Muchas veces tendemos a pensar que el lenguaje verbal y lenguaje no verbal son cosas completamente diferentes, que no tienen nada que ver entre sí y que son distintas formas de comunicación establecidas.
Creemos que podemos hablar, decir cosas, incluso mentir, sin que nuestro cuerpo aporte ninguna información adicional a la comunicación.
Creemos que lo que digamos con las palabras es lo único que va a llegar al interlocutor que está al otro lado.
Creemos que simplemente con decir algo en una conversación esa es la imagen que estamos dando acerca de ese tema. Y nada más lejos de la realidad.
Lenguaje verbal y no verbal son dos caras de la misma moneda, van siempre unidos unidos de la mano y se muestran conjuntamente como una única forma de comunicación. Lenguaje verbal, no verbal, uno junto a otro, siempre presentes simultáneamente.
Así es. Cuando hablamos, nuestro cuerpo refuerza el mensaje. O lo niega, que todo es posible. Cuando mantenemos una conversación, nuestras manos se mueven, nuestros ojos se expresan , nuestra cabeza se inclina, nuestra entonación se muda. Las emociones se vierten siempre que mantenemos una conversación oral, nuestro cuerpo trasluce sus inquietudes en paralelo a lo que hacen las palabras. Siempre hay una simbiosis entre lenguaje verbal y no verbal.
En cualquiera de los casos, los elementos del lenguaje verbal, no verbal y paraverbal conforman una única comunicación. Los interlocutores son los mismos, el tema sobre el que versa la conversación es el mismo. Sin embargo, la información puede ser sutil o substancialmente diferente. Nuestro cuerpo elije uno u otro cauce para trasmitir uno u otro mensaje. Los mensajes pueden ser coherentes entre sí o ser no congruentes. Habitualmente esto lo hacemos así a nivel de inconsciente. Y sin embargo al final la comunicación es única. El receptor interpreta los distintos mensajes y los conjuga (normalmente de forma subconsciente) para hacerse una única idea global de lo que trasmite el emisor.
Y aquí es donde podemos intervenir para alterar voluntariamente el mensaje: este proceso, la emisión separada por canales de comunicación verbal y no verbal, y la conjugación de ambas en una sola idea, es algo que hacemos normalmente a nivel de inconsciente, de forma subconsciente; pero ¿que pasa si tenemos los conocimientos suficientes para reconocer este lenguaje, para interpretarlo de forma consciente, o para emitir las ideas que queremos trasmitir?
Si dominamos bien los resortes de los lenguajes verbal y no verbal, estaremos capacitados para dos cosas fundamentales:
Esto se logra integrando los elementos del lenguaje verbal y no verbal con los conocimientos que hayamos adquirido en esta materia. Por eso es de capital importancia para cualquier persona que quiera dominar las relaciones con los demás, dominar y controlar los resortes de la comunicación verbal, no verbal y paraverbal.
Para ello es imprescindible obtener la formación adecuada, prepararse y formarse en las características del lenguaje verbal y no verbal, aprender a interpretarlos, a manejar los recursos que nos ofrece, a conocer los distintos resortes que tenemos para manejar la información que emitimos o recibimos.
Si quieres aprender todo esto, de una forma sistemática, útil y práctica, que sea de aplicación real en la vida real, no dudes en realizar un CURSO DE INTERPRETACIÓN DEL LENGUAJE CORPORAL
Creemos que podemos hablar, decir cosas, incluso mentir, sin que nuestro cuerpo aporte ninguna información adicional a la comunicación.
Creemos que lo que digamos con las palabras es lo único que va a llegar al interlocutor que está al otro lado.
Creemos que simplemente con decir algo en una conversación esa es la imagen que estamos dando acerca de ese tema. Y nada más lejos de la realidad.
Lenguaje verbal y no verbal son dos caras de la misma moneda, van siempre unidos unidos de la mano y se muestran conjuntamente como una única forma de comunicación. Lenguaje verbal, no verbal, uno junto a otro, siempre presentes simultáneamente.
Así es. Cuando hablamos, nuestro cuerpo refuerza el mensaje. O lo niega, que todo es posible. Cuando mantenemos una conversación, nuestras manos se mueven, nuestros ojos se expresan , nuestra cabeza se inclina, nuestra entonación se muda. Las emociones se vierten siempre que mantenemos una conversación oral, nuestro cuerpo trasluce sus inquietudes en paralelo a lo que hacen las palabras. Siempre hay una simbiosis entre lenguaje verbal y no verbal.
- Incluso hay un punto intermedio: el lenguaje paraverbal o simplemente paralenguaje, punto en que el lenguaje verbal expresa ideas utilizando recursos propios del lenguaje no verbal, como son entonación, volumen, velocidad, pausas... El lenguaje paraverbal es en el que confluyen lenguaje verbal y no verbal.
En cualquiera de los casos, los elementos del lenguaje verbal, no verbal y paraverbal conforman una única comunicación. Los interlocutores son los mismos, el tema sobre el que versa la conversación es el mismo. Sin embargo, la información puede ser sutil o substancialmente diferente. Nuestro cuerpo elije uno u otro cauce para trasmitir uno u otro mensaje. Los mensajes pueden ser coherentes entre sí o ser no congruentes. Habitualmente esto lo hacemos así a nivel de inconsciente. Y sin embargo al final la comunicación es única. El receptor interpreta los distintos mensajes y los conjuga (normalmente de forma subconsciente) para hacerse una única idea global de lo que trasmite el emisor.
Y aquí es donde podemos intervenir para alterar voluntariamente el mensaje: este proceso, la emisión separada por canales de comunicación verbal y no verbal, y la conjugación de ambas en una sola idea, es algo que hacemos normalmente a nivel de inconsciente, de forma subconsciente; pero ¿que pasa si tenemos los conocimientos suficientes para reconocer este lenguaje, para interpretarlo de forma consciente, o para emitir las ideas que queremos trasmitir?
Si dominamos bien los resortes de los lenguajes verbal y no verbal, estaremos capacitados para dos cosas fundamentales:
- a) reconocer los mensajes, diferentes al que nos comunica verbalmente, que está emitiendo la otra persona, averiguar sus motivaciones, sus emociones, descubrir qué nos está ocultando.
- b) Conseguir emitir mensajes no verbales de forma voluntaria, mensajes que redunden hacia aquel mensaje que queremos trasmitir, manipulando la comunicación para que la otra persona entienda aquello que nos interesa que entienda de la comunicación.
Esto se logra integrando los elementos del lenguaje verbal y no verbal con los conocimientos que hayamos adquirido en esta materia. Por eso es de capital importancia para cualquier persona que quiera dominar las relaciones con los demás, dominar y controlar los resortes de la comunicación verbal, no verbal y paraverbal.
Para ello es imprescindible obtener la formación adecuada, prepararse y formarse en las características del lenguaje verbal y no verbal, aprender a interpretarlos, a manejar los recursos que nos ofrece, a conocer los distintos resortes que tenemos para manejar la información que emitimos o recibimos.
Si quieres aprender todo esto, de una forma sistemática, útil y práctica, que sea de aplicación real en la vida real, no dudes en realizar un CURSO DE INTERPRETACIÓN DEL LENGUAJE CORPORAL
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